«Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones...».
Este libro habla de Dios Padre a partir de la nostalgia y la búsqueda de su rostro, que puede hallarse en diversos escenarios de nuestro presente: los del corazón, que llevan del sentido de angustia presente en muchos hacia el encuentro con el abrazo protector de quien, amándonos, nos libera del miedo; los escenarios del tiempo, en los que, dada la emancipación de toda dependencia, real o imaginaria, se ha construido de hecho una sociedad sin padres que, sin embargo, no ha resultado ser tan libre y liberadora como nos habían prometido o habíamos soñado; y, en fin, el horizonte de lo eterno, a cuya luz la vida aparece como una especie de peregrinación hacia el Padre-Madre que acoge en el amor para siempre.
La pluralidad de consecuencias y de exigencias personales y comunitarias que presenta la fe en Dios Padre, que acoge a todos en el amor, muestra la universalidad de la llamada a celebrar su primacía en la vida y en la historia, tal como nos enseñó a hacerlo el Hijo eterno venido en la carne.
BRUNO FORTE, doctor en teología y en filosofía, fue hasta 2004 profesor de teología dogmática. Miembro de los Pontificios Consejos para la Cultura, para la Unidad de los Cristianos y para la Promoción de la Nueva Evangelización, durante diez años formó parte de la Comisión Teológica Internacional. En 2004 fue nombrado arzobispo de Chieti-Vasto. Autor de numerosas obras, en la Editorial Sal Terrae ha publicado La puerta de la fe.